domingo, 8 de junio de 2014

Sagrario Metropolitano vs Altar de los Reyes

El retablo del Sagrario Metropolitano es neoclasico hechos al principio del siglo XIX. Mientras que el Altar de los Reyes se teminó en 1775 y el estilo es barroco estipite latinoamericano. Las columnas de la primera son anchas de abajo y angostas de arriba y son cilindricas minetras que el de los Reyes son anchas de arriba y angostas de abajo y su forma piramidal. El primero es de color blanco con muy poco dorado, y el otro todo el retablo esta dorado. El de los Reyes mide 25 mts. de alto y el otro mide 7.5 mts. Los motivos representados en el Altar de Reyes son: San Luis, rey de Francia; San Fernando, rey de España; Snata Margarita de Escocia; Santa Isabel de Portugal. Y encambio el Sgrario solo tiene a Snta María Magdalena y San Juan Envangelista. El Altar de los Reyes esta ricamente decorado y es de madera, y el otro tiene una sobriedad y sencillez neoclásica y esta hecha de cantera labrada, estucada y policromada. Una tiene cupula y el otro no.



Altar de los Reyes

Retablo de los Reyes o Altar de los Reyes, es un retablo de gran valor artístico y estético, que está en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Indistintamente se le identifica como altar o retablo debido a que, como el resto de los demás existentes en el majestuoso templo, estaba destinado a servir para el culto oficiándose misas en él.

Su autor es Jerónimo de Balbás y su construcción transcurrió de 1718 a 1725. Se ubica en el ábside, al fondo de la catedral, espacio denominado como Capilla de los Reyes, aunque no posee reja alguna que delimite y cierre dicho espacio a la manera de una capilla como todo el resto.

Tal es la calidad, riqueza y grandeza de ésta obra, que se considera una de las más bellas obras de arte creadas bajo el estilo barroco churrigueresco en todo el continente Americano.

Es obra maestra del escultor español Jerónimo de Balbás, autor también del Altar del Perdón de ésta misma catedral, y del Altar Mayor de la parroquia del Sagrario en la Catedral de Sevilla, España. Está hecho de madera de cedro tallada, y revestido de lámina u hoja de oro, lo cual le otorga mayor majestuosidad. Su construcción transcurrió de 1718 a 1725, pero fue dorado hasta el año de 1735 y estrenado en 1737.







Nacional Monte de Piedad

El Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas fue fundado por don Pedro Romero de Terreros, I conde de Santa María de Regla, el sábado 25 de febrero de 1775, con una cantidad de 300.000 pesos de oro para esta obra asistencial, dinero destinado del propio peculio del fundador.

Después de que las autoridades eclesiásticas ofrecieran una misa, y se encontraran presentes importantes personalidades de la Corona española y sociedad en general para dar testimonio de esta importante obra, Juan Carabantes fue la primera persona en empeñar un aderezo de diamantes por el cual se le prestaron 40 pesos oro, recuperándola en agosto de ese mismo año.

Durante su primer año de operación el Nacional Monte de Piedad había realizado 17,000 operaciones de empeño, lo que equivalía a un cuarto de la población de la entonces Ciudad de México.

Constituir un Monte de Piedad sin fines de lucro, que tuviese la finalidad de brindar socorro a los necesitados por medio del préstamo, fue la visión que a Don Pedro más le interesó, por lo que solicitó a la Corona española la autorización para establecer lo que más tarde sería el Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas.

Es así, que el Rey de España, Carlos III, en Real Cédula expedida en Aranjuez el 2 de junio de 1774, aprobó la fundación del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, bajo su Patronato.

Meses más tarde y en respuesta a dicha Cédula Real, el Virrey Don Antonio María de Bucareli y Ursúa, previno a los oficiales reales que mantuviesen en depósito, a su disposición y con la debida organización.

El Rey nombró a Pedro Páez de la Cadena Superintendente de la Real Aduana de México, para redactar los Estatutos del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, con el concurso de la Junta de Ministros y personas designadas por el Virrey.


Moumento a la fundacion de Tenochtitlan

El mito tenochca cuenta que en la antigua ciudad de Aztlán, Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, habló a su pueblo y le indicó iniciar una peregrinación rumbo a una tierra prometida en medio de un ambiente lacustre, ahí hallarían un portento que les indicaría que era el lugar anunciado. La peregrinación inició, a través de la voz de los sacerdotes la deidad se comunicaba continuamente con su pueblo, alentándolo a seguir su caminar hasta hallar la señal: un águila descansando sobre un nopal que nace de una piedra, la cual a su vez está dentro de un lago.

Al paso del tiempo, la escena del mito fundacional de Tenochtitlan ha estado presente en un sinnúmero de objetos tanto oficiales y militares, como en el imaginario de la sociedad mexicana y artículos de uso común, entre ellos monedas, playeras y artesanías.





Fuente: http://www.inah.gob.mx/reportajes/6465-la-imagen-fundacional-de-tenochtitlan-en-seis-siglos-de-memoria-colectiva

Monumento a Enrico Martínez

Enrico Martínez, Henrich Martin o Heinrich Martin (1550-1632) fue cosmógrafo del rey de España, intérprete de la Santa Inquisición e ingeniero hidráulico. Fue encomendado por el virrey Luis de Velasco en 1607 para realizar los trabajos de desagüe de la Cuenca de México, que se componía de cinco lagos: Zumpango, Texcoco, Xochimilco, Chalco y Xaltocan. Su proyecto consistió en excavar un canal que drenara definitivamente los lagos de la cuenca hacia el Lago de Zumpango. El trabajo comenzó el 28 de noviembre de 1607 y terminó en mayo de 1609. A pesar de su término, la obra que había sido expuesta a la corrosión y gran cantidad de filtraciones de agua, se derrumbó obstruyendo el paso del agua, inundando nuevamente la ciudad. 

Con éste monumento se mide el de hundimiento de la Ciudad de México con respecto de la merea media de Veracruz.Fue eregido en 1878 durante le Porfiriato.






Acequia Real

La Acequia Real de la Ciudad de México fue un canal de agua que subsistió desde la época mexica hasta la novohispana como un canal abierto y en algunos tramos navegable. Iba desde la zona de La Merced, pasando por la Calle Corregidora, la Alhóndiga de la ciudad y hasta la extinta Plaza del Volador, hoy sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por ella arribaban hasta el centro de la urbe las canoas cargadas de víveres provenientes de Xochimilco y Chalco a través del Canal de La Viga.

La ciudad de México está construida en un islote sobre un lago, desde la época prehispánica el islote estaba atravesado por canales que lo comunicaban con los cuatro lados del lago. La ciudad colonial conservó la mayoría de esos canales y se conocían como acequias, tenían puentes para que la gente pudiera atravesarlas y las navegaban trajineras y barcas.

La Acequia Real era la más importante, conectaba a la ciudad con Xochimilco, en donde se producían la mayor parte de los alimentos. Las trajineras llegaban hasta un costado de la Plaza de Armas, en donde estaban los mercados, y ahí descargaban sus mercancías: frutas, vegetales, maíz y flores. La acequia real entraba a la plaza por la calle que hoy se llama Corregidora y en tiempos del virreinato se conocía como de Meleros o de la Acequia.

La acequia ha desaparecido totalmente, sus últimos restos los encontramos en la plaza de la Alhóndiga, a cuatro cuadras del zócalo, apenas un puente y un desnivel que nos recuerda que por ahí pasaba un canal.

La Acequia Real ya no existe, llegaba al zócalo por lo que hoy es la calle 16 de septiembre y continuaba su ruta por Corregidora, para después doblar sobre Santísima. Encontramos los restos de un puente que cruzaba la acequia en las calles de Santísima y la Soledad, frente a lo que fue la Alhóndiga


























Plaza de Armas de la Ciudad de México

Denominada Plaza Mayor o Plaza de Armas, consistía en un espacio polvoriento y abierto donde se desarrollaba la vida urbana y se manifestaban las actividades sociales, oficiales y religiosas. En sus laterales se situaban los edificios administrativos u oficiales y la Catedral. También se le conoce como plaza de armas.

A lo largo de su historia poshispana, la plaza ha tenido varios nombres oficiales: Plaza de Armas, Plaza Principal, Plaza Mayor y Plaza del Palacio. Su nombre actual data del virreinato, en 1813, en honor a la constitución de Cádiz promulgada en 1812, porque allí se juró en la Nueva España dicha constitución española.
La Plaza de la Constitución es conocida de manera informal como Zócalo, pues para conmemorar la Independencia de México, en 1843 Antonio López de Santa Anna ordenó la construcción de un monumento, pero nunca se llegó a erigir y sólo quedó en el centro de la plaza el zócalo o base de lo que sería una columna de la Independencia, que permaneció varios años. La palabra “zócalo” se convirtió desde entonces en sinónimo de la plaza central.
Más allá de ser históricamente la sede del poder político, económico y religioso de México, el Zócalo, que ha sufrido transformaciones y cuya fisonomía actual data de los años 60 del siglo pasado, es también el lugar que congrega al pueblo de México en fiestas nacionales, culturales y artísticas, además de manifestaciones de protesta.








Fuente: http://www.excelsior.com.mx/topico/zocalo-o-plaza-de-la-constitucion